lunes, 31 de agosto de 2009

HUEVOS DE CODORNIZ

El huevito de codorniz es recomendado por pediatras y geriatras para alimentación de niños, ancianos y en general para toda la familia, por su bajo nivel de colesterol y alto valor proteico.
Nadie puede imaginar que algo tan pequeño como un huevo de codorniz contenga tan altas concentraciones de vitaminas, minerales y demás sustancias benéficas para la salud.
Siempre hay que prevenir la presencia en el huevo de la bacteria salmonella, que es muy tóxica (provoca fiebre, diarrea, náuseas, vómitos y dolores abdominales). Bastan estas sencillas medidas: Al comprar huevos. Hazlo en un establecimiento de confianza, mira la fecha de caducidad y comprueba que la cáscara está limpia, sin manchas ni plumas, y que carece de fisuras. Si alguno se te rompe camino a casa, no dudes en tirarlo. Al guardarlos. Mantenlos siempre en el compartimento de la nevera reservado para ellos y no se te ocurra lavarlos. Si lo haces, la cáscara perdería la barrera protectora que impide la entrada de los microorganismos, entre ellos la salmonella. Al utilizarlos. No rompas el huevo en el borde del recipiente donde lo vas a batir, no separes la yema de la clara usando la cáscara (emplea dos vasos) y no utilices para nada más el plato en el que lo hayas batido. Cuaja muy bien las tortillas y prepara la mayonesa y la salsa rosada unos instantes antes de consumirlas. Si quedan restos. Puedes conservar en la nevera la tortilla y la mayonesa que te sobren, pero consúmelas antes de 24 horas. En la calle. En los bares, cafeterías y restaurantes no conviene dar a los pequeños comidas con mayonesa, salvo que esté elaborada sin huevo. Tampoco deben tomar tortillas poco cuajadas.

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